Tragedia detrás de la avería
Autovías, autopistas y vías sin arcén son las zonas más peligrosas para los rescates en carretera
Martes, 16 de febrero de 2021, primera hora de la tarde. Kilómetro 58 de la M-45, en San Fernando de Henares (Madrid). Un automóvil averiado; una grúa acude en su auxilio y otro coche que circula por el lugar atropella al grupo. El gruista, de 43 años, fallece en el mismo lugar y las otras 4 personas resultan heridas de diferente consideración.
Esta es una de las 11.000 asistencias en carretera que se realizan cada día en España (unos 4 millones al año) y que, desde 2017, han costado la vida a 20 operarios de grúa (3 en los meses que llevamos de 2021), según los datos de ANEAC-FENEAC (Federación Nacional de Asociaciones de Empresas de Auxilio en Carretera).
Pero, como se ha visto, el riesgo de atropello no es solo para los gruistas que atienden la emergencia, sino también para las personas cuyo vehículo se ha averiado o accidentado en la vía. De hecho, según la Dirección General de Tráfico (DGT), entre 2019 y 2020, 28 personas murieron arrolladas tras bajarse de sus vehículos: 21, en autopistas y autovías, y 7 en el resto de vías interurbanas. Son datos de toda España, excepto Cataluña y País Vasco. Hasta el 7 de marzo de 2021, ya se han registrado otros 4 atropellos mortales.
Tarea arriesgada
Los profesionales del auxilio en carretera esperan que el nuevo Reglamento evite estas tragedias, ya que son conscientes de que la suya es una labor con “un riesgo muy alto”. Así lo señalan Jesús González, gruista desde hace más de 30 años, o Juan Vicente Carmona, también operario, quien subraya que “la sociedad debe ser consciente de que es necesario proteger a estos trabajadores”.
Ambos coinciden en que es fundamental que, en la carretera, vehículos y operarios se distingan bien, con luces y retrorreflectantes, para que haya más seguridad en los rescates. González agrega que las zonas más peligrosas suelen ser las autovías y autopistas, las carreteras sin arcén o donde se han instalado quitamiedos (porque les obliga a invadir el carril derecho). De todas formas, siempre tratan de operar por el lado del vehículo en el que no hay circulación.
Muchas distracciones
Admiten que los rescates son más seguros cuando están presentes agentes de la Guardia Civil. Aunque a veces es más rápido no esperarles y cargar el vehículo para abandonar el lugar lo antes posible porque, según González, mientras trabajan, ven demasiados conductores “distraídos con el móvil en la mano” y un despiste puede ser mortal para quienes están parados en la vía.
Por eso, los profesionales reclaman “una zona de seguridad” para poder trabajar con tranquilidad (ahora tratan de señalizarla con conos para advertir a los demás conductores). Por su parte, José Asterio Sáenz, también gruista, cree que sería positivo establecer una distancia de seguridad (como la de los ciclistas).
Evitar muertes
Garantizar la seguridad de estos trabajadores y de quienes necesitan la asistencia es el principal objetivo del Real Decreto que va a regular los servicios de auxilio en vías públicas y que entrará en vigor el 1 de julio de 2021. Por primera vez, se reconoce de forma específica al sector y la labor del “técnico de auxilio en vías públicas”. Hasta ahora, se encuadraba en el transporte de mercancías, aunque su actividad no sea el mero traslado de vehículos, sino “un servicio de seguridad vial”, como apunta Ramón Ledesma, asesor de la consultora Pons Seguridad Vial.